España, por su
latitud y clima, es un país en donde se hace mucha vida nocturna, tal y como se
puede apreciar en la fotografía precedente, tomada a finales de los años 70 del
pasado siglo en un lugar cualquiera de su geografía. ¿Quién no ha estado alguna
vez, y no una sino muchas, en rincones así? Cierto que esta foto tiene ya
muchos años, pero hoy se siguen conservando tradiciones semejantes y existen
multitud de sitios parecidos al que aquí se muestra. Valga por lo tanto esta
imagen como arquetipo (aunque con la lógica reserva de los lugares modernos
que últimamente han proliferado, esos locales con musiquita de acompañamiento,
aluminio, cristal, plato grande, comida basura y tomadura de pelo incluida en
la cuenta, pero a ellos no vamos a referirnos; hoy hablamos de los buenos, que
aunque pocos, aún perduran).
Y esto viene a
cuento de una de mis novelas (novelas de aventuras, ¿eh?, que no se asuste
nadie), la que se llama Charli en Wonderland o por otro nombre Culebrón
yeyé, en la que se narra la vida de la generación yeyé, aquella que
nació alrededor de 1950 y tanta guerra dio. Por ahí siguen la mayor parte de
sus componentes, pioneros y peritos en artes tan renombradas como los
pantalones vaqueros, las minifaldas, la juerga nocturna y el rock and roll, que
no me dejarán mentir.
Si alguien
siente curiosidad por conocer cómo fue aquello, el mundo que siguió a la
posguerra y llega hasta nuestros días, nada mejor que leer las aventuras de
sus protagonistas y las múltiples hazañas que durante estos últimos decenios
llevaron a cabo. En definitiva, su vida casi completa, que en versión
eléctrica (kindle) se puede ver aquí:
y en versión en
papel (libro normal), aquí:
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Hay otro blog en donde se habla de esta novela, este,
... y otros libros
por el estilo (libros de aventuras variadas, insisto), aquí,
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